¿Merece la pena arreglar la junta de culata?

Junta de culata

Mantener un coche suele suponer un gasto anual bastante considerable, y esto es algo que se acentúa con el paso de los años. A eso hay que sumarle el altísimo precio de la gasolina o el nuevo impuesto al diésel con el que nuestro amado gobierno nos va a obsequiar. Total, que a veces te dan ganas de que los coches funcionen con energía solar.

Desgraciadamente, no es así.

El caso es que una de las pesadillas que todo conductor teme es que a su coche se le estropee la junta de culata. Incluso la gente que no tiene ni idea de motores sabe que esa es una pieza chunga si se estropea. Y sí, digamos que están en lo cierto.

La realidad es que una avería de la junta de culata podría conducir a tu coche directamente al desguace. Se trata de una de las 5 reparaciones más costosas que se pueden realizar en un vehículo, por lo que mucha gente descarta llevarla a cabo.

Pero es que, además, hay otros factores (que vamos a ver a continuación) que pueden desaconsejar la reparación. Por tanto, resulta muy habitual preguntarse si merece la pena reparar la junta de culata… y la cuestión no es fácil de resolver.

¿Qué es la junta de culata de un coche?

Probablemente mucha gente que lea este artículo conozca bien esta importante pieza del motor, pero habrá mucha otra que no, así que no viene mal empezar por lo básico. Eso sí, estaría bien que conocieras un mínimo sobre cómo funciona un motor de explosión.

La junta de culata es un elemento que une el bloque motor (donde están los cilindros) y la propia culata, que es algo así como la tapa del propulsor. Bueno, es algo más complejo que todo esto, pero para que nos entendamos, nos vale.

La junta de la culata es la pieza que permite que el sellado entre esas dos partes sea perfecto. Ten en cuenta que rodeando a los cilindros hay pequeños conductos que permiten el paso del aceite del motor y del refrigerante… y ambos no deben tocarse ni por asomo. Cuando esto se incumple es cuando empieza el desastre y cuando toca empezar a preguntarte si merece la pena arreglar la junta de culata.

La buena noticia es que la junta de culata es una pieza hecha para durar mucho tiempo. De hecho, no se contempla su sustitución periódica como ocurre con otros componentes del coche. Se fabrican para resistir altas presiones y temperaturas, dado que es imprescindible para el funcionamiento del motor.

¿De qué está hecha la junta de culata?

Esta pieza consiste en una fina lámina agujereada que normalmente suele estar hecha de amianto y suele venir reforzada por otras dos láminas de cobre. Sin embargo, cada fabricante de coches aplica su propia fórmula.

De este modo, existen juntas de culata de aluminio y cobre, de resinas especiales (composite), o de hierro + cobre + amianto. Y sí, por si te lo preguntas, el amianto es un material peligroso para los seres humanos, así que su manejo es delicado.

Realmente no es una pieza extraordinariamente cara. Bueno, tampoco es barata, desde luego, pero no es este el único motivo por el que resulta ser motivo de averías chungas. Dependiendo del modelo y la marca, el precio de una junta de culata nueva suele estar entre 300 y 800 €.

El precio de la pieza, aunque doloroso, no es prohibitivo (he visto a gente gastarse más en neumáticos). Además, en muchos casos ni siquiera hace falta comprar una junta nueva. Suele ser suficiente con reparar la existente. Lo malo es que los daños en la junta pueden afectar a la propia culata, y ahí es donde la cosa se agrava.
La cuestión es que la junta de culata suele dar problemas en coches ya con muchos años y kilómetros a sus espaldas. Generalmente, hablamos de vehículos con más de 100.000 / 150.000 km, y realmente tampoco es algo que ocurra en muchos casos. Lo que pasa es que, cuando ocurre, suele ser un drama.

Síntomas de culata rajada

Con el paso del tiempo, como todo en esta vida, la junta de culata se va deteriorando con el uso normal del vehículo. Aunque son piezas que, teóricamente, deberían soportar toda la vida útil del vehículo, esto no siempre es así.

Y aparte del deterioro normal, si eres un poco salvaje y tienes afición por rondar la línea roja del cuentarrevoluciones, estás comprando papeletas para que se te rompa. Es más, incluso aunque conduzcas con mucha tranquilidad, si un día, casualmente, le metes ‘un buen calentón’ al motor (en una zona resbaladiza, por ejemplo) también te puede pasar.

Otras razones por las que puede tocarte arreglar la junta de culata es por algún tipo de fallo del sistema de refrigeración (bomba, radiador, etc…). Eso provocaría una subida descontrolada de la temperatura del motor y… exacto, adiós junta.

El caso es que, aparte de tener que reparar la junta de la culata, puede que también se te haya rajado la propia culata por efecto del calor extremo. Así que, si quieres estar atento a los síntomas de una junta de culata estropeada o de una culata rajada, apunta:

  • Sin motivo aparecente, el motor se calienta (más te vale parar cuanto antes).
  • El motor gotea aceite y/o refrigerante (mal rollo, aunque puede ser otra cosa).
  • El motor gasta el anticongelante a un ritmo exagerado (lo que demuestra pérdidas).
  • El refrigerante aparece teñido con un color oscuro (porque se ha mezclado con el aceite y eso no es nada bueno).
  • El motor pierde potencia y le cuesta arrancar (pérdida de compresión/estanqueidad)
  • Humo blanco o gris claro saliendo por el tubo de escape (porque el refrigerante está entrando en los cilindros)

Estos síntomas no son exclusivos de problemas con la culata, pero son importantes, así que deberías ir al taller a pasar revisión de todos modos.

¿Cuál es el precio de reparar la junta de culata?

Aquí es donde está el tomate. Tomar la decisión de si merece la pena o no arreglar la junta de culata no es nada sencillo. Si hay veces que nos cuesta decidir incluso si reparar una lavadora, imagínate esto.

Como decía antes, los problemas con la junta de culata suelen aparecer mayoritariamente en coches antiguos (salvo defecto de fabricación o que seas un bestia). Muchas veces hablamos de vehículos de entre 10-15 años o incluso más, por lo que una reparación costosa, como es ésta, es difícil de evaluar.

Y ahí está el auténtico dilema. La reparación de la junta de la culata suele tener un coste medio de entre 800 y 1.500 €. Si, además, se ha rajado la culata, la cosa empeora, y la factura del taller puede superar con facilidad los 2.000 €

¿Por qué es tan caro reparar la junta de culata?

Hay que tener en cuenta dos cosas importantes para explicar por qué cuesta tanto. Se trata de una reparación difícil, que requiere de mecánicos experimentados (y no todos lo son), y que implica desmontar el motor entero. Por otro lado, hablamos también de bastantes horas de trabajo. Tranquilamente podrían ser 20 o más.

Si el valor actual del coche es -digamos- de 12.000 €, pues te puedes plantear repararlo porque merece la pena arreglar la junta de culata. Sin embargo, si el coche no vale ni 5.000 € en el mercado de segunda mano porque es ya muy antiguo, la decisión se complica mucho.

Además, abrir un motor y volver a cerrarlo es algo muy delicado. Es algo que se hace muy poco a menudo en los talleres y no todos los mecánicos controlan. Incluso puede que observes que algunos prefieren no tener que hacerlo.

Tapa fugas de culata

Una solución temporal cuando uno padece fugas (de aceite o refrigerante) por la junta es utilizar un sellador especial o tapa juntas de culata.

Esto, sin duda, es una operación mucho más económica que cambiar la junta, pero sólo sirve en casos leves en los que la pieza no esté muy dañada. Igualmente requiere abrir el motor, pero un sellador de juntas de culata no cuesta más de 20 / 40 €, y el ahorro es muy considerable. Eso sí, tampoco esperes milagros: cabe la posibilidad de que no funcione, y si lo hace, tampoco durará para siempre, por lo que de no querer cambiar de coche tendrás que arreglar la junta de culata.

¿Funcionan los selladores de juntas de culata?

Los selladores de juntas de culata son soluciones temporales para este problema, si es que no tienes presupuesto para una reparación normal de la junta de la culata. Si necesitas saber si funcionan los selladores de juntas de culata, lo único que te podemos asegurar es que pueden hacer su trabajo, como mucho, en casos leves y sólo durante un tiempo limitado.

¿Cada cuánto se cambia la junta de culata?

Bueno, técnicamente es una pieza que no necesita cambiarse nunca, salvo que esté dañada o rota por un calentón. Dicho de otro modo: no tiene mantenimiento, ni está previsto que se sustituya cada equis kilómetros. La mayor parte de los propietarios de coches ni siquiera sabrá nunca de la existencia de este componente del motor.

Conclusión: ¿tiene sentido reparar la junta de culata?

Bueno, como podrías imaginar desde el principio, esta es una cuestión a la que sólo puedes responder tú. Yo sólo te he dado las claves. Calcula cuánto vale tu coche hoy y compáralo con cuánto vale tu reparación concreta.

Además, ten en cuenta que este puede ser el principio de muchos otros problemas de motor. Aparte de costosa, no es una reparación sencilla, y hay casos en que la rectificación de la culata da fallos al poco tiempo. Eso por no hablar de que implica cambio de aceite obligatorio y que incluso conviene aprovechar para cambiar la distribución. 

En fin, en tu taller te explicarán en detalle todo lo que tienen que hacerle al coche en tu caso concreto. Eso sí, si finalmente lo vas a hacer, te recomiendo por último que pidas presupuesto en al menos tres o cuatro talleres. No te quedes (necesariamente) con el más barato, sino con aquel en el que parezca que saben lo que hacen.

Artículos relacionados

Artículos relacionados