¿El seguro de hogar cubre los radiadores?
Unos de los elementos de nuestros hogares por los que menos nos solemos preocupar suelen ser los radiadores. Normalmente, en un primer momento, no solemos preguntarnos si el seguro de hogar cubre los radiadores.
Sin embargo, al igual que ocurre con el termo eléctrico, son piezas fundamentales para nuestro confort térmico en épocas de frío y requieren de ciertos cuidados.
Cuando aterriza el invierno, quienes disponen de calefacción centralizada pueden ponerle remedio con rapidez activando este cómodo recurso para luchar contra las bajas temperaturas. Sin embargo, cuando se encienden los radiadores por primera vez después de toda la temporada de calor, a veces pueden presentarse problemas.
Aunque no son componentes que tiendan a dar muchos fallos, la realidad es que también pueden estropearse: fugas, goteos, roturas… Y entonces llega el momento de crisis habitual en que nos acordamos del seguro. Sin embargo, ¿cubre el seguro de hogar la reparación de un radiador estropeado?
Sigue leyendo y descubre todos los casos que pueden presentarse.
¿El seguro de hogar cubre la rotura del radiador?
A la hora de hablar sobre si el seguro de hogar cubre los radiadores, en primer lugar, debemos hacer algunas distinciones. Por un lado existen los radiadores de agua, generalmente de carácter comunitario, cuyos conductos se reparten por todo el edificio. Aquí hay que indicar que, si bien la instalación general forma parte del continente, cada propietario es responsable de cuidar y mantener los radiadores que están en su casa.
Hay que diferenciar bien entre los dos seguros: el que cubre el continente, que suele estar contratado por la comunidad, y el privado, el del contenido.
¿Qué significa esto? Pues que si hay un problema con los radiadores, a quien podrías reclamar atención es a la compañía con la que tengas el seguro de hogar. Y ¿qué te cubrirían en este caso?
Uno de los principales problemas que pueden darse con los radiadores son las fugas y los consecuentes daños por agua, ya sean propios o ajenos. La inmensa mayoría de pólizas cubren estos incidentes, por lo que no deberías preocuparte demasiado. Sin embargo (y aquí viene lo curioso), lo que no suelen reparar nunca es el propio radiador estropeado. Eso corre por tu cuenta.
Además, como todo en materia de seguros y daños por agua, entra el juego el mantenimiento que le hayas hecho a tus instalaciones. Si revienta una conducción del radiador y se demuestra que ha sido por falta de la correspondiente revisión periódica, la aseguradora podría negarse a cubrir el siniestro.
¿Cubre el seguro los radiadores enchufables?
Por otro lado, también tenemos los radiadores eléctricos, que suelen funcionar con aceites o sustancias especiales en su interior, y se conectan a la red como cualquier otro electrodoméstico. En este caso, los problemas habituales suelen producirse por cortocircuitos o incendios fortuitos, más que por fugas.
Si se produjera un incendio por culpa de un radiador eléctrico, por regla general estarías cubierto por el seguro de hogar. Eso sí, siempre y cuando se demostrase que ha sido debido a un problema eléctrico repentino y no por negligencia (como tapar el radiador con ropa) o por desgaste.
En caso de que no hubiera irregularidades, el propio radiador también estaría cubierto en caso de incendio. Vamos, como todo el resto del contenido de tu vivienda, hasta un importe total máximo estipulado por tu póliza. Consúltala para conocer más a fondo las coberturas en esas circunstancias.
En cambio, no esperes que te cubran ningún tipo de avería o rotura por antigüedad del aparato. Tan sólo te atenderían en caso de mal funcionamiento debido a subidas de tensión o problemas eléctricos similares en caso de que tuvieras esa extensión contratada en tu póliza.
Fuga en radiador y el seguro de hogar
En conclusión, los goteos y las fugas de agua en general, de mayor o menor calibre, son los problemas más habituales de los radiadores de agua. A veces, estas pérdidas de agua causan daños en paredes, muebles, suelos de parquet y similares. Para que la compañía de seguros considere que existe un siniestro, tienen que haberse producido dichos daños.
Dicho de otro modo: tu seguro (generalmente) cubrirá los daños que se produzcan como consecuencia de dichas fugas, pero nunca reparará la propia fuga. Ese tipo de cuestiones se considera que entran en el propio mantenimiento del aparato y son tu responsabilidad. Si tu único problema es la fuga de agua del radiador, el seguro de hogar no hará nada.
Si el radiador gotea, ¿lo cubre el seguro?
La única excepción para lo anterior se da cuando la fuga no está en el propio radiador o en los conductos que están a la vista. Si se trata de fugas detrás de paredes, el seguro sí que cubrirá la reparación del origen de la fuga.
En definitiva, ahora ya conoces cuándo te cubre el seguro de hogar los radiadores y cuándo no. La próxima vez que los enciendas porque ha llegado el frío, acuérdate de purgarlos bien y comprobar que todo está como debe.