No puedo pagar a Hacienda, ¿qué me puede pasar?
Freddie Krueger era un aficionado. Olvídate de Elm Street. Si tú quieres saber lo que es una pesadilla de verdad, de esas que te persiguen día y noche, no tienes más que contraer deudas con Hacienda.
Créeme, no hay nada peor (fiscalmente hablando) que no tener dinero para pagar a Hacienda. Puede que ahora te estés planteando qué ocurre si no puedes pagar a Hacienda. Bien. Pues el resumen rápido es que vas a ser tratado peor que si hubieras atracado el Mercadona del barrio a punta de pistola. Igual es para pensárselo.
Más detalles a continuación.
¿Qué pasa si no tengo dinero para pagar a Hacienda?
Mira, deberle dinero a Hacienda es una de las peores cosas que te pueden ocurrir. Es peor que deberle dinero a un banco, a una entidad financiera, a un familiar… peor que un dolor de muelas y que golpear por accidente una colmena de avispas.
Hay muchas maneras de arruinar tu situación económica si entras en conflicto con Hacienda: multas de tráfico, tasas municipales como el IBI, impuestos de sucesiones, de sociedades, IVA, IRPF… La lista es interminable, aunque probablemente la peor parte sean las deudas relativas a actividades económicas como autónomo o empresario.
Desde luego, si tienes dificultades de dinero, deberías priorizar siempre pagar a Hacienda y a la Seguridad Social (ambas por igual). Si las dificultades son muy serias y no puedes pagarles, lo que va a pasar es que va a comenzar una persecución literalmente interminable.
Sí, interminable, porque las deudas con Hacienda no prescriben nunca. Incluso un asesinato prescribe a los 15 años. Una deuda con Hacienda, nunca. Ergo para Hacienda eres mucho peor que un asesino, que lo sepas.
Y eso es muy grave, pero no es lo peor. Lo peor es que nadie tiene más poder para controlarte, perseguirte y para hundirte en la miseria de manera indefinida que el Estado. Si quieres comprobarlo, sigue leyendo.
Las consecuencias de no pagar a Hacienda
Vayamos por pasos. Desde el momento en que no puedes pagar un impuesto a Hacienda, empieza a correr lo que se denomina plazo ejecutivo. Empezarán a reclamarte y a penalizarte, inicialmente con un 5% de recargo sobre la base de la deuda, más la sanción correspondiente.
Si sigues sin pagar, entonces pasas al período de apremio, bastante breve, donde el recargo de la deuda es ya del 10%. Además, te animan a pagar bajo esas condiciones porque si no lo haces, entonces ya el recargo se situará en un 20% y comenzarán a cobrarte intereses.
Si llegas a ese punto, entonces empieza la auténtica diversión, porque se iniciarán las diligencias de embargo. Te van a embargar el salario, tus ahorros, tus propiedades, tu coche, tu casa, tu empresa y lo que haga falta. Además, no necesitan ni pasar por el juzgado para hacerlo. El Estado hace lo que quiere cuando quiere sin pedir permiso.
Por supuesto, los embargos tienen un orden. Su prioridad es el dinero fresquito, por lo que su prioridad será embargar la cuenta corriente. Si no tienen suficiente con eso, irán a por todo lo demás. Y si aún así tampoco se salda la deuda, el embargo pesará sobre tu cabeza eternamente. La pesadilla sólo acabará con tu muerte (como las de Elm Street) o con el pago de la deuda: no hay más.
Negociar deuda con Hacienda
Visto lo visto, lo más sensato, si puedes permitírtelo, es llegar a un pacto con Hacienda para fraccionar una deuda que tengas con ellos. Aún así, esto no es nada fácil porque, para empezar, hay varios tipos de impuestos que no se pueden aplazar ni fraccionar:
- Las de los empresarios que tienen que hacer retenciones a cuenta.
- Las resoluciones ejecutivas provenientes de reclamaciones o recursos.
- Los fraccionamientos del impuesto de sociedades.
¿Cómo llegar a un acuerdo con Hacienda para pagar una deuda?
Para el resto de casos, puedes solicitar el aplazamiento o fraccionamiento de deudas de manera telemática o presencial. Incluso podrás elegir en cuántos plazos piensas pagar. Pero recuerda que eso es una propuesta, no significa que te la vayan a aprobar.
¿En cuánto tiempo se puede fraccionar una deuda con Hacienda?
Para deudas inferiores a 30.000 €, el plazo máximo que te van a aceptar será de 12 meses (6 meses si se trata de empresas). Si eres capaz de pagar semejante cantidad en sólo un año, bravo por ti, pero difícilmente nadie podrá cumplir con algo así.
Para deudas superiores a 30.000 €, el plazo de devolución ya se puede ampliar hasta 36 meses, pero entonces Hacienda te va a exigir un aval bancario para aceptarlo. Aval que te será muy complicado obtener y que embargarán en caso de que no se pague el aplazamiento.
En cualquiera de los casos se te aplicarán unos intereses que rondarán el 4%. Recuerda: Hacienda no perdona y siempre sale ganando.
¿No pagar a Hacienda es posible?
Lo de las deudas con Hacienda es una guerra que no vas a ganar nunca. Bueno, nunca… salvo que decidas irte del país bien lejos y no volver jamás. Pero esa es una opción realmente complicada de asumir y ejecutar.
Técnicamente, si Hacienda no te reclama una infracción en los cuatro años posteriores, se supone que ya no podría reclamarla. Eso quizás puede suceder si no descubren una infracción, pero difícilmente va a suceder con un tributo normal. Y si conoces a alguien a quien le haya pasado, preséntamelo, que quiero tener su retrato sobre el cabecero de mi cama.
Puede que también hayas oído hablar de la Ley de la Segunda Oportunidad para emprendedores. Sin embargo, has de saber que existe un conflicto enorme sobre las deudas públicas, que no suelen ser perdonadas casi nunca. Hay gente recurriendo al Tribunal Supremo por eso. Tú sabrás si quieres pelear también a ese nivel.
Además, el Gobierno ya ha reformado la Ley Concursal para que, a partir de 2022, quede absolutamente claro que no, que no se perdonan las deudas públicas. El resto no les importa, pero las suyas, no.
No existen trucos para no tener que pagar. Si estás pensando en ideas geniales como declararte insolvente para no sufrir un embargo, vete olvidando. El embargo no va a desaparecer y te va a hacer la vida extremadamente complicada. Así que no, a grandes rasgos podemos afirmar que es imposible no pagar a Hacienda.
Conclusiones
Si no puedes pagar a Hacienda, lo que va a pasar no te va a gustar, eso está bastante claro. Salvo que estés dispuesto a tomar medidas muy radicales y de eficacia discutible, como salir de España, no hay perdón. Lo único que te queda es pagar lo que te pidan, con recargos, sanciones e intereses… o vivir permanentemente embargado.