Mi caldera pierde agua ¿Qué hago?

Caldera

Uno de los componentes más importantes de nuestra casa, particularmente en épocas de frío es la caldera. Además, no son pocos los que necesitan el agua caliente para ducharse todo el año, también en verano, por lo que su papel en los hogares resulta fundamental.

Dicho esto, es muy desagradable descubrir que nuestra caldera pierde agua y que necesita reparación. No sólo por el gasto que conlleva arreglar el aparato, sino también por las notables molestias que puede ocasionar. ¿Te has duchado alguna vez con agua fría en invierno? No sé tú, pero yo soy incapaz.

A continuación vamos a ver toda una serie de distintos síntomas que podemos detectar en nuestras calderas, y vamos a contarte cuál puede ser la causa. Así, al menos podrás hacerte una idea del coste de reparación para que la factura no te pille por sorpresa.

Si tu caldera está hecha polvo, no sabemos si terminará en el desguace como tu coche viejo, pues, como todo electrodoméstico, tiene una vida útil. Sin embargo, no desesperes, es bastante posible que la caldera tenga arreglo y que el precio de la reparación sea asumible.

La caldera pierde agua por debajo

Sin lugar a dudas, el hecho de que tu caldera pierda agua nos está indicando que hay algo que no funciona bien. Lo más habitual, desde luego, es que lo haga por debajo, pues es donde se sitúan todas los conductos de acceso y salida de agua.

Lo cierto es que hallar la causa de esto no es nada sencillo, pues hay muchos componentes que pueden ser el origen de la avería. Puede estar fallando el filtro de agua; puede haber un escape por el detector de caudal; es posible que falle alguna conexión del intercambiador secundario… Mil cosas.

Está claro que lo más adecuado es que sea un técnico autorizado quien analice lo que le pasa a tu caldera. Sin embargo, nunca está de más que eches un vistazo tú primero, lo cual puede ayudar al trabajo que tengan que hacer después.   

La primera comprobación que debes hacer siempre es comprobar la presión del circuito de agua. Esto te servirá para descartar otros problemas, pues lo normal es que se trate de algún poro que haya surgido en alguna pieza. Otra causa muy común es que alguna junta haya dejado de hacer su trabajo correctamente. 

Caldera que gotea

Una vez que hayas mirado el manómetro para comprobar la presión (debe estar entre 1 y 2 bares), el problema muy probablemente esté en la parte hidráulica. Dicho de otro modo: en las conducciones de agua.

Por desgracia, si se confirma ese extremo, me temo que la única solución pasa por cambiar las piezas afectadas. Hacer una reparación suele resultar una chapuza que, en el mejor de los casos, aguantará durante un tiempo no demasiado largo, volviendo a gotear pronto.

Aparte de esto, puede suceder también que, si la caldera presenta acumulación o microacumulación, la culpable de la avería sea una pequeña fuga en el acumulador. Asegúrate de que el técnico comprueba este punto.

La válvula de seguridad de la caldera gotea

Hay otras ocasiones en que el agua aparece goteando por la zona donde se ubica la válvula. Este componente es el responsable de dejar salir agua de la caldera en caso de que se produzca un exceso de presión en su interior. Se trata de una medida de seguridad. Si la presión no se liberase así, la caldera acabaría reventando por algún sitio.

La realidad, después de todo, es que, aunque veamos el agua gotear por la válvula, rara vez suele ser esta pieza la culpable de la fuga. Lo normal es que la fuga venga de otra parte, y el agua se deslice por la válvula. Aún así, habrá que comprobarlo, por supuesto.

Si finalmente se confirmara que es la válvula, tendremos que mirar si ésta pierde agua sólo en los momentos en que encendemos la calefacción. Si la fuga se produce sólo cuando la caldera está funcionando y vemos que la presión supera los 3 bares, se trataría de un fallo del vaso de expansión.

En este caso, es posible que se haya estropeado la membrana que contiene en su interior. Otra posibilidad es que le falte aire, lo cual sería una buena noticia, pues se solucionaría simplemente añadiéndole más. No es una operación que pueda hacer cualquiera, pero un técnico especializado podrá darle al vaso de expansión la presión que necesita.

Por último, si el problema reside en una alta presión que hace que la válvula gotee, hay que liberarla de algún modo. Eso es algo que podrías hacer tú, pero necesitarás alguna herramienta y también debes tener cuidado. El agua de la caldera puede estar extremadamente caliente, por lo que podrías sufrir quemaduras.

Si tienes dudas, mejor llama a un técnico. Si te atreves a meterle mano, tienes que localizar la válvula de vaciado de la caldera. Para accionarla, te puede servir un trozo de manguera o un purgador de radiadores.

La caldera pierde agua a chorros

Esto suele ser mucho más escandaloso y puede causar daños adyacentes. Por supuesto, lo primero que debes hacer es detener el flujo de agua cerrando la llave de paso. De lo contrario, se te puede inundar la casa, aparte de estar desperdiciando litros y litros de agua de forma absurda.

En este caso, es probable que alguna conducción o alguna junta haya reventado. También cabe la posibilidad de que la llave de llenado esté estropeada y el agua entre sin parar, por lo que habrá que sustituirla cuanto antes. Lo malo de esta situación es que ya tendrá carácter de reparación de emergencia, pues te obliga a cortar el suministro de agua.

La caldera pierde presión

Ya hemos visto qué pasa y qué puedes hacer (aparte de llamar al técnico o al seguro) si la presión de la caldera es demasiado alta. Ahora echaremos un vistazo a la situación contraria, aquella en la que la caldera tiene una presión por debajo de lo aconsejable.

Mi caldera pierde presión y no hay fugas

Cuando una caldera pierde presión (por debajo de 1 bar) va a ser complicado que el agua caliente llegue a los radiadores de casa o a los baños. En estos casos, siempre que no haya una fuga causante del problema, la solución pasa por volver a añadir presión al sistema de la caldera.

Para hacer esto, lo más habitual es que necesites usar una llave específica, que en la mayoría de aparatos suele ser negra. Hay que abrir esta llave de paso hasta que el manómetro marque la presión adecuada, que está entre 1 y 2 bares. Una vez conseguido, la vuelves a cerrar. Con esto, si no existe otro problema causante, debería poder solucionarse la avería.

¡OJO! Mucho cuidado con dejarte esa llave abierta. Si lo haces, la presión no dejaría de aumentar en la caldera, poniendo en peligro tu integridad física y la de tus seres queridos. Lo normal es que acabara reventando por la válvula o por alguna junta, pero también podría estallar, así que mucha precaución con eso.  

La caldera pierde presión poco a poco

La triste realidad es que lo anterior, muy probablemente, no sirva para solucionar el problema más que de un modo temporal. ¿Por qué? Pues porque cuando la caldera pierde presión es debido a una fuga casi siempre. Eso de que la caldera pierde presión sin fuga prácticamente no existe. Quizás no la hayamos detectado, pero ahí está.

Así que, si vemos que después de ajustar la presión por nuestra cuenta, esto vuelve a suceder después de un tiempo, puedes apostar a que es una fuga. La única alternativa es que el manómetro esté estropeado, lo cual sólo sucede en un 1% de las ocasiones. Mejor déjalo en manos de un técnico profesional, y que se caliente la cabeza él por ti.  

La caldera pierde presión a diario

La velocidad a la que la caldera pierde presión está directamente relacionada con la gravedad de la fuga. Si la presión se escapa muy poco a poco, la cosa puede tardar más tiempo en averiguarse. Sin embargo, si la pérdida de presión es de un día para otro, es evidente que tienes un problema importante.

En tal caso, lo que debes hacer es arreglarlo cuanto antes, pues podrías estar provocando daños por agua por algún sitio sin darte cuenta. Lo mejor que puedes hacer en estos casos es contactar con tu aseguradora si este tipo de siniestros están cubiertos por tu póliza.

Quizás tengas dudas sobre el plazo de reparación de un seguro, pero normalmente suelen ser rápidos. Además, salvo que sea una emergencia (como cuando la caldera pierde agua a chorros), deberías llamarle a ellos antes que a un técnico por cuenta propia.
Espero que hayas obtenido una visión amplia de las causas por las que tu caldera puede perder agua. No importa si tu aparato es de marca Ferroli, Junkers, Vaillant, Saunier-Duvall o cualquier otra. Todas se averían tarde o temprano y conviene hacerles una inspección anual como mínimo para evitar verte en alguna de estas situaciones.

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